Los moros se han tirado al agua al amanecer, tras la indicación del Emisario del Rey Moro, Vicent Martínez, de la compañía Moros Tuareg que, desde la orilla, ha ondedado la bandera roja para iniciar el ataque en la playa.
Alrededor de 4000 festeros han participado esta madrugada en el Desembarco, el acto más espectacular de las fiestas de Moros y Cristianos de Villajoyosa que se ha celebrado en la playa centro. Este acto representa los hechos históricos que fundamentan las fiestas patronales, por lo que recrea el ataque berberisco del día 29 de julio de 1538. Este año se cumplen 485 años del nombramiento de Santa Marta como patrona de Villajoyosa.
A las 5 horas, toque de alarma. Las campanas de la iglesia repicaban alertando del peligro y las tropas cristianas han bajado a la playa por la cuesta del Mar, bajo la supervisión de la Reina Cristiana, María Muñoz, de la compañía Contrabandistas, que contemplaba la bajada del ejército de la cruz desde el torreón de la muralla. Dos horas antes, los moros se han dirigido al puerto para embarcar. En la playa se ha montado un campamento cristiano junto al castillo, donde no han cesado de explosionar los arcabuces de los cristianos. Mientras, 24 embarcaciones moras navegaban por delante de la costa, entre los fuegos. Con el primer rayo de sol, el primero en tocar tierra ha sido el Emisario del Rey Moro, representado este año por Vicent Martínez, de los Moros Tuareg, quien ha llegado a la orilla en una embarcación de remo y con la bandera blanca en la mano. Tras apresarlo miembros de la compañía Catalans, le han llevado, con los ojos tapados, ante la Reina Cristiana, a quien le ha leído un alegato pidiéndole la rendición de su pueblo, puesto que su ejército estaba preparado para apropiarse del pueblo. La Reina Cristiana ha rechazado el mensaje del Emisario y le ha pedido luchar contra los invasores. Así que el Emisario del Rey Moro ha vuelto a la orilla del mar y, ondeando la bandera roja, ha indicado a la flota mora que desembarcara para atacar a los nativos. Con ello, ha empezado el Desembarco. Los moros han saltado de sus barcas y han llegado a la orilla donde les esperaban los cristianos. Se trata de un espectáculo único, en el que se mezcla la belleza del amanecer con la del mar, la luz de los fuegos artificiales y el sonido de los arcabuces entre 4000 festeros. Los moros han luchado contra los cristianos, cuerpo a cuerpo, en la orilla de la playa. Tras el enfrentamiento, se ha celebrado la Embajada Mora en el castillo, interpretada por Luis Nogueroles, como Embajador Cristiano, y Manolo Villalón, como Embajador Moro, de cuyo diálogo ha salido victorioso el bando invasor musulmán.
Al Desembarco le han precedido más actos en los que también han sido protagonistas la pólvora y el mar. Por la tarde se ha celebrado en la playa centro, el Alijo de Piratas Corsarios y Contrabandistas, en el que han participado 16 embarcaciones cristianas de las compañías Contrabandistas, Piratas, Pescadors y Marinos. Mientras, en la arena, el resto de cristianos explosionaban los arcabuces. A pesar de que se han quedado encalladas dos barcas en la orilla de la playa, a continuación, ha tenido lugar la Embajada Contrabandista, en la que el Embajador Contrabandista, Pedro Zaragoza, ha alertado de la presencia de unas naves sarracenas cerca de la costa, por lo que le ha ofrecido su ayuda al Gobernado de la Plaza, Juan Bautista Ferrándiz, para defender el pueblo del inminente ataque de los musulmanes. Caída la noche, las tropas de la media luna han bajado por la Cuesta de la Mar hasta llegar al castillo, precedidas por la compañía Moros Tuareg y su Rey Moro, Josep Llorca, quien ha interpretado la Embajada Beduína en el castillo, junto con el Embajador Beduíno Juanjo Palomares. Esta vez es el ejército moro quien ha anunciado que estaba preparado para atacar la villa.